Fitbit Sense
Fitbit añade un montón de sensores al smartwatch Fitbit Sense para hacer seguimiento absolutamente de todo, desde los niveles de oxígeno en la sangre, la temperatura, el estrés , el sueño e incluso incluye un electrocardiograma (ECG oEKG) aprobado por la FDA.
El Sense hace un seguimiento de tu estrés, temperatura, oxígeno en sangre y sueño. Pero interpretar todos estos datos puede ser difícil.
- La pantalla siempre encendida es brillante y fácil de ver
- Análisis detallado del sueño
- El ECG es fácil de usar
- GPS incorporado
- El Asistente de Google es versátil
- El control de la tensión todavía no dice gran cosa
- No tiene capacidad de almacenar la música en el reloj.
- La respuesta no es tan rápida como la de otros smartwatches
- Diseño conocido si vas a renovar tu Fitbit
- La duración de la batería es buena, pero no tan potente como la de otros Fitbits
- El ECG es fácil de usar
- El seguimiento de la SpO2 sólo funciona mientras duermes
- El control de estrés es útil únicamente si ya sabes manejarlo
- En el Sense el seguimiento de la temperatura también es sólo por la noche
- Con el tiempo se añadirán nuevas funciones al smartwatch
- Un smartwatch bueno, pero no genial por su precio
Además de todo esto, el Sense de 279 euros, también funciona como un reloj inteligente normal y una pulsera de actividad. Y aunque el Sense sigue siendo un dispositivo de fitness, ahora también quiere ser tu entrenador de bienestar diario.
Fitbit intenta salvar la fisura entre el fitness y el bienestar con su modelo Sense, una zona en la que la mayoría de los wearables ya se movían incluso antes de la actual crisis sanitaria COVID-19. El Apple Watch se ha inclinado hacia el bienestar y la salud en los últimos años, con una nueva función de oxígeno en sangre, una aplicación de ECG y una función de detección de caídas. Los nuevos Galaxy Watch de Samsung incluyen estas métricas, así como una prueba de esfuerzo propia, mientras que el anillo Oura también recoge datos de temperatura como el Sense. El objetivo final de la mayoría de ellos es que todos estos datos puedan algún día ayudar a identificar el inicio de enfermedades antes de que el usuario experimente algún síntoma. Pero mientras tanto, todos esos gráficos, números y puntuaciones del Sense pueden resultar abrumadores, especialmente para alguien sin formación médica.
Después de dos meses con el Sense, tenemos sentimientos encontrados al respecto. En resumen, si quieres un dispositivo de salud para controlar tus estadísticas diarias, y además querías un ECG en un Fitbit, este es tu reloj. Pero si no, el Fitbit Versa 3, de menor precio, (que tiene las mismas características generales del Sense, sin ECG ni detección de estrés) sería suficiente.
Diseño conocido si vas a renovar tu Fitbit
El Sense tiene un diseño similar al del Versa, sin embargo, alrededor de la esfera cuadrada cuenta con una arista de acero inoxidable y no de aluminio, en la parte interna también incluye nuevos sensores, incrementando algo el grosor. Junto con la pantalla táctil, se interactúa con el Sense con el botón lateral háptico, que hace de todo, desde lanzar Alexa (o el Asistente de Google) hasta iniciar un entrenamiento. Es más cómodo que el Versa 2, especialmente durante los entrenamientos y a la hora de dormir, gracias a su acabado más redondeado. Esos engorrosos botones que se utilizaban para cambiar las correas en los anteriores Fitbits han desaparecido, gracias a Dios. Se han sustituido por botones de liberación rápida para facilitar el cambio de correas en el Sense.
El Fitbit Sense también tiene un procesador más rápido que el Versa 2, lo que hace que las interacciones con el reloj se sientan más rápidas, pero todavía notamos algo de retraso al iniciar las aplicaciones, levantar el reloj para activar la pantalla o deslizar hacia arriba para ver las estadísticas diarias. También se tarda unos 30 segundos en sincronizar las nuevas esferas del reloj, como en los anteriores Fitbits.
Lo que sí ha mejorado es su estación de carga. En lugar de las pinzas tipo cocodrilo de los anteriores Fitbits, el Sense utiliza un nuevo cargador magnético que se acopla fácilmente a la parte trasera del reloj.
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La duración de la batería es buena, pero no tan potente como la de otros Fitbits
Dos entrenamientos de 30 minutos, unas cuantas mediciones de estrés y el seguimiento del sueño durante una noche completa, esta es la duración que ofreció el Sense con la opción de pantalla siempre encendida. Desactivar la opción de siempre activa y utilizar el sensor automático para activar el reloj ayudó a aumentar la duración de la batería a unos 4,5 días. Dicho esto, los entrenamientos al aire libre parecen ser un problema para la batería. Después de un agotador paseo en bicicleta de 2,5 horas al aire libre, la batería bajó casi un 50%.
El ECG es fácil de usar
El Sense es el primer Fitbit que incluye una aplicación de ECG integrada capaz de realizar un electrocardiograma de una sola derivación en 30 segundos. Fitbit afirma que el ECG del reloj también detectará posibles arritmias que podrían indicar fibrilación auricular, pero no puede detectar ataques al corazón u otras afecciones cardíacas. Recientemente ha recibido la autorización de la FDA en EE.UU. y ya está disponible para su uso en ese país y otros muchos, entre ellos España.
Para realizar un ECG, primero debes realizar una rápida evaluación del ritmo cardíaco en la aplicación de Fitbit (ve a Descubrir > Evaluaciones e informes). Una vez completado, la app de ECG debería aparecer en el Sense. Siéntate y coloca el pulgar y el índice en las esquinas opuestas del reloj y verás uno de los tres resultados una vez completada la exploración, en función del ritmo cardíaco: sinusal normal, signos de fibrilación auricular o no concluyente. También puedes revisar los resultados en la aplicación de Fitbit y compartirlos con tu médico.
Samsung ha recibido una autorización similar para la función en sus dos relojes Galaxy más recientes, mientras que la aplicación ECG de Apple ha estado activa en el Apple Watch desde que la compañía lanzó el Series 4 en 2018. También notifica los ritmos cardíacos irregulares indicativos de fibrilación auricular, además de alertas de frecuencia cardíaca alta y baja, al igual que el Sense. Las notificaciones de ECG y de frecuencia cardíaca funcionan de manera similar entre el Sense y el Apple Watch, aunque para tomar un ECG en el Apple Watch se coloca un dedo en la corona digital en lugar de los dos dedos en el borde del Sense.
El seguimiento de la SpO2 sólo funciona mientras duermes
El Fitbit Sense no toma lecturas de SpO2 u oxígeno en sangre a demanda como el Galaxy Watch 3 de Samsung o el Apple Watch Series 6. En su lugar, mide los niveles de oxígeno en sangre mientras duermes. El Series 6 también mide los niveles de SpO2 por la noche.
Todo lo que tienes que hacer para medir tu SpO2 mientras duermes es llevarlo puesto para dormir. Por la mañana, puedes comprobar tu nivel de SpO2 en la aplicación de Fitbit. También podrás ver el gráfico de tus variaciones de oxígeno en sangre. (No hay números específicos, sólo una indicación de si tu variación de oxígeno es alta o baja).
Ten en cuenta que, en su lanzamiento, el Sense requería que seleccionaras una esfera de reloj de SpO2 específica antes de irte a la cama para poder hacer un seguimiento de la SpO2. Tu nivel aparecería entonces en la esfera del reloj entre 45 minutos y una hora después de despertarte. Si prefieres ver el nivel de oxígeno en sangre en tu muñeca en lugar de a través de la aplicación, puedes seguir seleccionando la esfera del reloj de SpO2 antes de acostarte. Fitbit dice que habrá siete esferas de reloj de SpO2 adicionales disponibles en la galería de la aplicación.
Al igual que con la puntuación de estrés, es difícil saber qué hacer con tu lectura de SpO2 a menos que seas un profesional médico. Además, no es posible comparar el sensor con un pulsioxímetro, un dispositivo que los médicos utilizan para medir los niveles de oxígeno en sangre desde la yema del dedo, ya que las lecturas de SpO2 del Sense se toman por la noche y se promedian.
También vale la pena señalar que la SpO2 también está disponible en el Versa 2 (con la esfera de reloj específica) y en el Versa 3, que funciona de la misma manera que en el Sense, por lo que no necesitas seleccionar la esfera de reloj de SpO2 antes de dormir.
El seguimiento del sueño es estupendo en el Sense y funciona prácticamente igual que los anteriores Fitbits. Te ofrece un desglose detallado de tus etapas de sueño y una puntuación de sueño cada mañana.
El control de estrés es útil únicamente si ya sabes manejarlo
Aunque el Sense no es el primer wearable que registra el estrés, su método para obtener esta información es único. En lugar de centrarse en la frecuencia cardíaca, como los relojes Galaxy de Samsung, el Sense también utiliza los datos del sudor de su nuevo sensor de actividad electrodérmica, o EDA, para determinar los niveles de estrés. Para medir tus niveles, colocas la palma de la mano contraria sobre el borde de acero inoxidable de la parte superior del reloj. El contacto de la palma de la mano con el borde metálico del reloj completa un circuito y, a continuación, utiliza el sensor EDA para medir los posibles marcadores de estrés provocados por el sudor. El proceso completo dura dos minutos.
Es un poco extraño al principio porque no puedes ver nada en la pantalla mientras haces el escaneo, pero una vez que se completa, recibirás una vibración. También puedes registrar cómo te sientes al final de la prueba, ver tus respuestas del AED y comprobar si tu ritmo cardíaco ha subido o bajado. Fitbit ofrece sesiones de meditación guiada en audio para los usuarios de Fitbit Premium para emparejarlas con el escaneo EDA, aunque no las encontramos particularmente útiles o relajantes.
Los resultados del estrés hasta ahora han sido vagos. Una de las lecturas iniciales de Mario mostró algunos momentos EDA, que son esos incidentes provocados por el sudor. Pero en su mayor parte parecía estar libre de estrés, según el Sense. Teniendo en cuenta que llevó el Sense durante una pandemia con dos niños pequeños en casa y durante una de las semanas de trabajo más ajetreadas del año, esta lectura no reflejaba la realidad que experimentó. La aplicación tampoco parecía proporcionar ningún contexto significativo sobre por qué experimentó esos primeros incidentes o cómo mejorar sus resultados. Reme tuvo una dificultad similar para interpretar los momentos EDA, de los cuales tuvo 17 durante un día especialmente estresante en el que se cumplió el plazo de entrega. El Fitbit no dio ninguna indicación de si se trataba de una cantidad normal o de un motivo de preocupación.
Sin embargo, Fitbit proporciona una nueva puntuación de Gestión del Estrés al comienzo de cada día que tiene en cuenta el sueño, la actividad física y el estrés para ofrecerte un número de «cómo lo estás haciendo». Es como el equivalente diurno de la puntuación de sueño de otros Fitbits anteriores. Estos datos podrían ser útiles para la recuperación: Por ejemplo, si tienes una puntuación baja, podrías centrarte en conseguir un sueño más reparador en lugar de forzarte en un entrenamiento.
Sin embargo, los resultados de la Gestión del Estrés no son especialmente fáciles de usar y pueden tardar unos días en aparecer después de empezar a usar el Sense. Las puntuaciones de Reme han variado entre 78 y 92, pero la media suele estar en los 80. Una puntuación de Gestión del Estrés más alta significa que las cosas van bien en general. Pero incluso en los días en que su puntuación llegó a los 90, no estaba necesariamente relacionada con la cantidad de estrés que sentía. La aplicación de Fitbit no proporciona información personalizada para ayudarte a interpretar o mejorar tu puntuación, así que averiguar qué hacer con ella puede ser un poco complicado. Pero más o menos un mes después del lanzamiento de Sense, nos dimos cuenta de que aparecía una indicación en la aplicación que decía que se había mejorado la forma de calcular la puntuación de Gestión del Estrés.
No necesitas una cuenta Premium de Fitbit para acceder a gran parte de estos datos, pero sí para obtener las funciones adicionales de meditación, los datos del sensor de estrés, las estadísticas adicionales sobre tu frecuencia cardiaca mientras duermes y las variaciones de la temperatura de la piel minuto a minuto durante el sueño. En los próximos meses, Fitbit pondrá a disposición de todos los que tengan un dispositivo compatible datos de salud adicionales, como la evolución de la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno (SpO2) a lo largo del tiempo. Pero para esos otros datos tendrás que pagar 10 € al mes por una suscripción premium, que se está convirtiendo en una parte importante de la experiencia Fitbit
En el Sense el seguimiento de la temperatura también es sólo por la noche
El seguimiento de la temperatura en el Sense es similar al de la SpO2 en el sentido de que no proporciona una medición a demanda, sino que muestra si te has desviado de tu línea de base en un gráfico diario. Ni que decir tiene que no sustituirá a tu termómetro a corto plazo. Tendrás que registrar unas tres noches de sueño para que el Sense establezca un punto de referencia a partir del cual se pueda seguir. Al igual que el anillo Oura, que también hemos probado durante unos meses, es una forma potencialmente útil de hacerse una idea de tus fluctuaciones de temperatura a lo largo del tiempo y de indicar posibles fiebres antes de que seas consciente de ellas.
Desgraciadamente (o afortunadamente), no hemos estado enfermos en el periodo en el que hemos realizado el seguimiento de nuestras temperaturas y no hemos experimentado ninguna variación significativa respecto a la línea de base sobre la que informar. Fitbit promete que el Sense también reflejará las variaciones de temperatura debidas a los ciclos menstruales, y parece que muestra un descenso de la temperatura de la piel de Reme antes del comienzo de un ciclo. Las mujeres suelen utilizar la temperatura corporal basal para predecir la fertilidad, ya que la ovulación suele provocar un ligero aumento de la temperatura o un descenso de la misma antes del periodo. Al igual que otros Fitbits, el Sense tiene un seguimiento del ciclo que puedes registrar en la aplicación, o ver en qué punto de tu ciclo te encuentras en el reloj. Fitbit también ofrece una función de seguimiento de la glucosa en sangre en la aplicación.
Seguimiento del estado físico: No ha cambiado mucho
Una de las desventajas de los Fitbits que se lanzaron después del modelo Ionic en 2017 fue la falta de GPS integrado. A partir de la Charge 4, Fitbit ha recuperado por fin el GPS para que no tengas que llevar tu teléfono cuando corras o montes al aire libre para seguir tu ruta. Tarda unos 10 segundos en obtener un punto de referencia cuando inicias una actividad al aire libre, con o sin tu teléfono cerca.
Si has utilizado cualquier otro Fitbit en los últimos años, el resto de las funciones de seguimiento del estado físico del Sense te resultarán familiares. Seguirás pudiendo hacer un seguimiento de tus pasos, iniciar un entrenamiento basado en objetivos, ver tu zona de frecuencia cardiaca y controlar las calorías quemadas. La novedad es la adición de los Minutos de Zona Activa, que vimos por primera vez en la Charge 4. Esta función utiliza tu edad y tu frecuencia cardiaca en reposo para mostrarte el esfuerzo que has realizado durante una actividad. También recibirás alertas en tiempo real cuando hayas cambiado de zona, lo que puede ayudarte a tomar medidas durante tu entrenamiento, ya sea esforzándote un poco más o relajándote en función de tus objetivos. A Reme le resultó muy útil durante una carrera al aire libre para saber cuándo debía ir un poco más rápido.
A pesar de que el Sense tiene las mismas funciones generales de fitness, tiene sus ventajas en los entrenamientos. La pantalla es más brillante que la del Versa y la de los anteriores dispositivos de fitness de Fitbit, por lo que es relativamente fácil de ver a la luz del sol, siempre que te asegures de que el brillo está ajustado al máximo. También es cómodo de llevar y, gracias a su perfil plano, no estorba incluso cuando estás sudando.
Comparamos el Sense con una correa pectoral para comprobar la precisión del seguimiento de la frecuencia cardiaca. Aunque se correspondía de forma consistente con la correa para la frecuencia cardiaca en reposo, tardaba al menos de 5 a 10 segundos en alcanzar a la correa durante un entrenamiento cuando la frecuencia cardiaca se disparaba (como cuando se pasa de un trote suave a un sprint completo).
Con el tiempo se añadirán nuevas funciones al smartwatch
El Sense funciona con Android y iOS y la experiencia es similar en ambos ecosistemas, con la excepción de no poder responder a los mensajes de texto desde el reloj cuando estás en iOS. Hay un micrófono y un altavoz incorporados, por lo que ahora puedes hacer llamadas rápidas desde la muñeca con el teléfono cerca. También puedes alternar la llamada entre el teléfono y el reloj, lo que es un buen añadido. El altavoz suena bien para una llamada rápida, pero no quisiéramos utilizarlo para conversaciones largas. Si tienes un teléfono Android, también podrás utilizar el dictado o la conversión de voz en texto para responder a los mensajes.
El Asistente de Google en el Sense se ha implementado con la actualización de Fitbit OS 5.1 y funciona en Android e iOS. Una vez que vinculas tu cuenta de Google y aceptas compartir información entre la aplicación de Fitbit y el Asistente, puedes pedirle al Asistente que haga cualquier cosa, desde mostrar tu puntuación de sueño o iniciar un entrenamiento específico como una carrera. Es receptivo y mucho más útil que la lenta y limitada funcionalidad de Alexa, que también está disponible en el Sense. Sin embargo, todavía no puedes enviar mensajes de texto o iniciar una llamada con tu voz utilizando el Asistente de Google.
Puedes guardar canciones para escucharlas sin conexión desde Pandora o Deezer si tienes una suscripción premium, pero el Sense sólo servirá como mando a distancia para Spotify.
Sin embargo, no puedes almacenar tu propia música en el Sense, lo cual es un gran inconveniente si te gusta escuchar canciones durante un entrenamiento y no quieres llevar tu teléfono contigo.
Un smartwatch bueno, pero no genial por su precio
El Fitbit Sense da en el clavo en muchos aspectos: Tiene una buena gestión de la batería, un excelente seguimiento del sueño y una serie de nuevos sensores que podrían ser útiles para algunas personas. Da la sensación de que intenta hacer demasiadas cosas a la vez, con funciones como la gestión del estrés que parecen más confusas que útiles. Dicho esto, en los meses transcurridos desde su lanzamiento, Fitbit ha añadido nuevas funciones, como el seguimiento automático de la SpO2 por la noche, la compatibilidad con Google Assistant y la posibilidad de recibir llamadas desde la muñeca, que han mejorado la experiencia general.
Pero a menos que necesites un ECG y el rastreador de estrés, puede que te convenga más un Fitbit Versa 3 más básico y capaz, que tiene muchas de las mismas funciones que el Sense. Así te ahorrarás algunos euros y esperarás a que Fitbit solucione los problemas de la próxima generación de Sense.
La información contenida en este artículo tiene únicamente fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Consulta siempre a un médico o a otro proveedor de salud cualificado sobre cualquier cuestión que puedas tener acerca de una condición médica u objetivos de salud.